Jackson y lo repetitivo.
Hace mucho tiempo que no me pasaba que mientras veía una película contaba los minutos para que se acabase, que estos se hacían eternos y no iban a ningún lado. Así fue mi experiencia mientras miraba "El hobbit: La desolación de Smaug".
Si bien es cierto Peter Jackson supo hacer una obra maestra con la trilogía de " El señor de los anillos" con El hobbit no ha pasado lo mismo. La historia no tiene la potencia de la anterior, el guion sinceramente parecen un chiste al lado de primera trilogía. A estas alturas lo de Jackson no es más que un intento fallido de aprovechar un éxito anterior para seguir llenándose los bolsillos a base de las entradas.
En esta oportunidad, Bilbo sigue en compañía de los enanos que van en busca de su reino el cual fue destruido por Smaug (un dragón, siii, un dragón), quien es amo y señor de todas las riquezas de estos y no esta dispuesto a perderles ni tampoco dejarse aminorar por un pueblo codicioso.
De todo eso va "El hobbit: la desolación de Smaug". Mientras la miraba pensaba que veía una película infantil. Personajes claramente innecesarios. Quizás hubiese bastado con menos minutos y no una trilogía, esta vez Jackson fue demasiado ambicioso y pretencioso, cuando pudo haber realizado un trabajo compacto que le hubiese reportado mayor calidad y nos habría evitado la perdida de tiempo innecesaria. Lentamente la película se transforma en una tortura ni siquiera la alta calidad de la fotografía nos logra encandilar o enganchar a una historia débil, donde es muy poco lo que logra ser rescatable. A estas alturas y después de una década la historia abruma de manera negativa y no presenta nada nuevo que logre enganchar, el recurso esta agotado, se nota y entristece.
No me gusto, lo siento liga protectora de Tolkien, pero solo califica para un 3. Después de esta ni siquiera me quedan ganas de que se estrena la tercera parte y final.
Si bien es cierto Peter Jackson supo hacer una obra maestra con la trilogía de " El señor de los anillos" con El hobbit no ha pasado lo mismo. La historia no tiene la potencia de la anterior, el guion sinceramente parecen un chiste al lado de primera trilogía. A estas alturas lo de Jackson no es más que un intento fallido de aprovechar un éxito anterior para seguir llenándose los bolsillos a base de las entradas.
En esta oportunidad, Bilbo sigue en compañía de los enanos que van en busca de su reino el cual fue destruido por Smaug (un dragón, siii, un dragón), quien es amo y señor de todas las riquezas de estos y no esta dispuesto a perderles ni tampoco dejarse aminorar por un pueblo codicioso.
De todo eso va "El hobbit: la desolación de Smaug". Mientras la miraba pensaba que veía una película infantil. Personajes claramente innecesarios. Quizás hubiese bastado con menos minutos y no una trilogía, esta vez Jackson fue demasiado ambicioso y pretencioso, cuando pudo haber realizado un trabajo compacto que le hubiese reportado mayor calidad y nos habría evitado la perdida de tiempo innecesaria. Lentamente la película se transforma en una tortura ni siquiera la alta calidad de la fotografía nos logra encandilar o enganchar a una historia débil, donde es muy poco lo que logra ser rescatable. A estas alturas y después de una década la historia abruma de manera negativa y no presenta nada nuevo que logre enganchar, el recurso esta agotado, se nota y entristece.
No me gusto, lo siento liga protectora de Tolkien, pero solo califica para un 3. Después de esta ni siquiera me quedan ganas de que se estrena la tercera parte y final.
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